Seguidores

domingo, 2 de agosto de 2015

LO MÁS DIFÍCIL DE CONTAR



No encuentro resignación en la fe, ni en la alegría de los alimentos litúrgicos.
Morirse es fácil y lamentar lo inevitable puede ser una banalidad para frívolos.
Las hazañas humanas tan raras como perdonar desaparecieron de mis límites, y ahora solo encuentro un montón de palabras secas regadas por pastorcitos en campos baldíos, o lo que es peor, en espíritus áridos y desplazados hacia la izquierda donde el sol se pinta de rojo y florecen las pasiones, los dolores,
y claro, las dudas.

Las dudas tuyas y las mías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario