POEMAS DE MARCO ANTONIO VALENCIA EN LETRALIA,
http://www.letralia.com/269/letras12.htm
El agua que fluye
Este paraíso de sombras y silencios nos inunda de tristezas... se salva por un barquito de papel en el mar de las indiferencias.
*
Tanta tristeza en la mirada hace creer que somos huérfanos de paz.
Con la voz manchada y los huesos temblando, todavía somos capaces de
reír.
*
En otra tarde, en otro cielo, en otro rostro, hay otra mirada
triste... no solo nosotros lloramos nuestros muertos. Otros, en otra
parte, lloran los suyos.
*
Si todas las heridas en el corazón, de todos los heridos por la indiferencia, fueran huéspedes de la paz por un momento...
*
Tanta ceniza de muerto, tanta muerte sin duelo, tanta tristeza sin
sentido, tanta lágrima al vuelo, para nada. Corazones de piedra ajena,
tengan piedad de nosotros, amén.
*
Y nos quedan las canciones tristes de una tierra sembrada de
huesos. Pedazos de cielo sin emociones ni lápidas, de patria sin
orgullo.
*
Que las palabras de todos reclamen la verdad a las mentiras. Que
la paz perdida se deje ver entre los rostros de los indiferentes.
*
Todo diálogo roto, toda pérdida, toda desilusión, todo grito de
rabia... nos condena. La paz que nos titirita arde en fogatas de leño
verde.
*
Los delirios de los guerreros terminan en fosas de cementerios sin
epitafios. Frente a la guerra de los tontos, los ruegos son inútiles.
*
Mis palabras no dicen nada, ni son nada. Mis miedos no son nada y a
nadie le importan. En otro Universo mi clamor de paz tendría eco y
amigos.
*
La sangre derramada por mis mayores, tan grande como el miedo de
mis noches. Y no crecerá la paz en esta pesadilla de miedos. Urge
sembrar una semillita por la paz.
*
La paz no existe por aquí. Es palabra incierta, polvo de ilusos,
cielo de condenados. La paz, una lluvia de fábulas sin nombre y sin
amor.
*
Este país no tiene miedos, tiene silencios que es distinto. Los
ruidos de la guerra ahogan todas las denuncias, todos los horrores.
*
No me duelen los muertos ajenos. Cuando matan a uno de nosotros, a
un hermano colombiano, muero de vergüenza un poco, morimos todos un
poco.
*
No hace falta hablar de guerra, cuando hay llanto de viudas en el
cementerio y en el cielo no aparecen los nombres de los extraviados. La
flor de la paz no quiere germinar.
*
Comenzamos a flotar en sueños manchados de rojo. A vender
ilusiones por la paz como milagros en papel de colores. Sin palomas
blancas, no hay esperanza.
*
He traído pan al desayuno una y otra vez. He colocado frutos en la
mesa una y otra vez... Pero tú, con esa indiferencia, no alimentas mi
paz, ¿entonces?
*
Este país de aviones sin conductor, de rieles dañados y sirenas
ahogadas. De esperas mutiladas y muertos en el río... era un sueño, es
un sueño, será un sueño.
*
Desde cada ventana de la nación, se ve un paisaje distinto. Hoy ya
no quisiera ver más esas lágrimas tristes que lo inundan todo.
*
Nuestro miedo no tiene boca para decir. Nuestra boca no tiene
ilusiones para sembrar árboles ni semillas de paz. Vocación de paz sin
alma y sin manos.
*
No nos alcanza la sonrisa para vislumbrar la paz. Fuimos
amamantados por noticias de violencia y guerra. Condenados a vivir con
bastones de incertidumbre.
*
Somos ciegos pero el fantasma del olvido no vuela en nuestra
historia. Somos indiferentes, pero los huesos de nuestros muertos están
allí.
*
Embriagados. Ebrios de miedo. Con la mirada escondida. Sin sueños,
pero tristes por el pasado. Mi alma en la jaula de un país en guerra.
*
El silencio: el escondite. Hacernos los ciegos: la solución. Quejarnos por la ineficiencia de otros: el escape.
*
Cabalgo en potros de miedo. Esquivo la mirada de escenas de miedo.
No hago nada contra la violencia por miedo. El miedo ilumina.
*
Matan a uno y resoplamos. Un muerto es luz que enceguece la ira. Insecto molesto para nuestra viva indiferencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario